Hay muchas cartas a las que la gente le teme solo por su imagen, tales como el Diablo y la Muerte, los lectores de Tarot reconocen el poder de La Torre y quizá sea a la carta a la que le temen más, cuando en realidad nos anuncia un cambio o nos da un destello de iluminación que nos ayuda a desechar lo que no estaba funcionando en nuestra vida.
En mi caso particular el Arcano XVIII, La Luna, es la carta que me preocupa más ver en una tirada, porque hasta ahora me ha sido difícil saber que quiere decir con exactitud y cuando su significado se revela no siempre es agradable.
La Luna tiene una serie de características que le confieren un carácter misterioso:
1. No tiene luz propia, solo refleja lo que recibe del Sol pero no mantiene el color original de las cosas.
2. La gravedad de la Luna provoca que suba y baje la marea, si eso le hace al mar podemos imaginar que tiene cierta influencia física en los humanos que somos 3/4 agua.
3. No siempre vemos la misma cara ni el mismo tamaño a medida que transcurre el año.
4. El periodo de rotación de la Luna es de 28 días, de ahí su asociación con lo femenino a la par del periodo de menstruación.
Hay varias expresiones acerca de cómo afecta la Luna a las personas
“Es un lunático” – se dice de alguien cuya mente no esta funcionando bien.
“Se alunó” – cuando algún animal domestico actúa de manera extraña por la noche.
Si aparece la carta de la Luna, recomiendo tomarla como una advertencia y tomar las precauciones necesarias ya que podemos estar enfrentándonos a cualquier cosa desde una broma de nuestro subconsciente hasta una amenaza real para nuestra seguridad.
No todo es malo con La Luna, el estado alterado de conciencia puede favorecer la creatividad y la imaginación, así que la aparición de esta carta en la tirada nos puede hablar de encontrar soluciones creativas e insospechadas a la situación que enfrentamos.
La carta de La Luna como consejo, nos invita a enfrentar nuestros miedos, solo hasta que los superemos podemos avanzar hacia la luz, confianza y energía que nos brinda El Sol, el Arcano mayor XIX.
En mi caso particular el Arcano XVIII, La Luna, es la carta que me preocupa más ver en una tirada, porque hasta ahora me ha sido difícil saber que quiere decir con exactitud y cuando su significado se revela no siempre es agradable.
La Luna tiene una serie de características que le confieren un carácter misterioso:
1. No tiene luz propia, solo refleja lo que recibe del Sol pero no mantiene el color original de las cosas.
2. La gravedad de la Luna provoca que suba y baje la marea, si eso le hace al mar podemos imaginar que tiene cierta influencia física en los humanos que somos 3/4 agua.
3. No siempre vemos la misma cara ni el mismo tamaño a medida que transcurre el año.
4. El periodo de rotación de la Luna es de 28 días, de ahí su asociación con lo femenino a la par del periodo de menstruación.
Hay varias expresiones acerca de cómo afecta la Luna a las personas
“Es un lunático” – se dice de alguien cuya mente no esta funcionando bien.
“Se alunó” – cuando algún animal domestico actúa de manera extraña por la noche.
Si aparece la carta de la Luna, recomiendo tomarla como una advertencia y tomar las precauciones necesarias ya que podemos estar enfrentándonos a cualquier cosa desde una broma de nuestro subconsciente hasta una amenaza real para nuestra seguridad.
No todo es malo con La Luna, el estado alterado de conciencia puede favorecer la creatividad y la imaginación, así que la aparición de esta carta en la tirada nos puede hablar de encontrar soluciones creativas e insospechadas a la situación que enfrentamos.
La carta de La Luna como consejo, nos invita a enfrentar nuestros miedos, solo hasta que los superemos podemos avanzar hacia la luz, confianza y energía que nos brinda El Sol, el Arcano mayor XIX.