viernes, diciembre 12, 2008

Geomancia guadalupana

Hoy, como todos los 12 de Diciembre, se vive en México la fiesta religiosa más popular, el día de la Virgen de Guadalupe que llena ese tremendo vacío de una Divinidad femenina. Desde hace varios meses he estado interesado en la Geomancia como sistema adivinatorio medieval perdido, pero hay otra rama de la Geomancia que estudia las líneas magnéticas, corrientes subterraneas de agua y geometría del planeta Tierra.

En uno de esos viajes de vínculo a vínculo geomantico encontré un estudio de la geometría de la imágen de la Virgen de Guadalupe y decodificaron un mensaje cósmico-espiritual, en el vínculo puedes ver la imagen y la traducción del texto a continuación, cito:

Este estudio fue realizado para interpretar en el lenguaje de la geometría, este ícono milagroso del mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe. Esta geometría compleja fue generada por medio de los puntos de referencia, formas, ejes y líneas de la mirada en la imagen.

Muestra esencialmente un artefacto cuya geometría en 2D sugiere un modelo en 3D de una dimensión superior del ser.

Hay una elevación de la humanidad (mostrada como cuatro pentagramas más pequeños) a través del romboide trans dimensional hacia un nuevo pentagrama tierra holográfico activado a través del disco solar de sus manos en posición de rezo. Las líneas de su mirada que parten de su corona y cabello pasan por sus ojos hacia un ojo en su vestido, la noble mujer ofrece su gracia y eleva la Tierra hacia un nuevo estado elevado del ser. Los ángulos encontrados de 23.5 y 19.47 grados son característicos de la Tierra. 23.5 es el ángulo axial con la elíptica del Sol, esto produce las estaciones.

19.47 es el ángulo de la latitud donde hay puntos cálidos en los planetas y soles. Hawai en 19.47 de latitud es un punto cálido así como es la Basílica en la Ciudad de México. Uno puede verlo como una matriz de ascención planetaria, un djed en el antiguo Egipto, un pasaje al conocimiento estelar, el lenguaje de la Divinidad, una meditación guiada, el giro de un Dervish* , la luz de la Madre Divina, una manta tibia, liberación, el cuerpo luminoso de Gaia. Así como los antiguos Aztecas reconocieron, este ícono anuncia la llegada del sexto sol, el sol de las flores. Con alas espirituales aterrizadas en el lodo y los brazos abiertos a este nuevo sol, nos conectamos de corazón a corazón con la Gran Madre.

“¿Soy afortunado para merecer escuchar esto? ¿estoy soñando, este es el lugar del que hablaron nuestros ancestros, la tierra de las Flores, la Tierra de nuestro sustento? Este es el lugar donde el Cielo baja a la Tierra, el lugar de Cielo y Tierra" – Juan Diego (circa 1531)

¿Qué tal?

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