Terreno

Indica en muchas ocasiones el ánimo y ambiente en que se desarrollan los eventos.

Abismo: su profundidad sin fondo representa la madre que devora todo y de donde todas las cosas surgen y toman forma.

Barranco: indica peligro y marca el límite del mundo conocido, a partir de ese punto se adivina algún riesgo, físico o espiritual.

Campo arado: denota un manejo responsable y ordenado.

Cielo: Sugiere el espacio espiritual, pero la mayoría de las ocasiones describe el humor y las emociones, puede ser claro, brillante, nublado, gris, ventoso o de tormenta.

Cueva: es una entrada al inframundo y al subconsciente. Implica la conciencia más primitiva, es un lugar de incubación y ubicación de tesoros ocultos.

Desierto: puede indicar intimidad o la sensación de soledad, un lugar de austeridad para la paz y la contemplación.

Gemas y cristales: muestran la perfección del orden divino en la naturaleza. Al formarse bajo tremendas presiones en la tierra, representan la chispa pura de la divinidad en el alma y muestran las miles de caras de la realidad.

Jardín: representa un paraíso en la Tierra. Un espacio contenido de belleza y fecundidad relacionado con el vientre pero también puede ser una forma sutil de prisión.

Montaña: representa la altura de las aspiraciones, logros espirituales u orgullo. También puede simbolizar un reto importante.

Rocas: pueden ser obstáculos o cimientos firmes listos para usarse.

Terreno: muestra el espacio de la conciencia y de las posibilidades. Al igual que los animales puede ser salvaje o domesticado. Puede ser rico y fértil, seco y baldío, podrido y pantanoso o sinuoso y montañoso.

Tierra: Sugiere las cosas que son tangibles y prácticas.